El papa Francisco se ha referido al aborto, indicando que “es un homicidio”. Asimismo, ha denunciado que está produciéndose una eutanasia encubierta contra los ancianos.
Pero, ¿en qué contexto manifestó tales palabras? Sobre el aborto señaló es un hecho que trata a los niños “como material de desecho, porque no se necesitan”. En este sentido, el Santo Padre explicó que no se trata de un problema legal, sino de exclusión.
“Está el desperdicio de niños que no queremos recibir, con esa ley de aborto que los envía al remitente y los mata directamente. Y hoy esto se ha convertido en una forma normal, una costumbre que es muy fea y que es realmente un homicidio”.
El pontífice explicó que los niños por nacer “son sabiduría, son las raíces de la sabiduría de nuestra civilización y esta civilización las descarta”.
Referente al otro tema, la eutanasia encubierta, expresó que los ancianos son víctimas de una “cultura del descarte” al serles negadas varias medicinas por ser caras.
Tales aseveraciones las mencionó durante su participación en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida. Esta asamblea ha tenido un trabajo especialmente marcado durante los dos últimos años por la pandemia de la covid-19.
Mujeres mineras: activas defensoras de la vida
La actividad minera tiene una larga historia en la región; sin embargo, a partir de la última década se realizó una serie de ajustes estructurales para promover la inversión extranjera e incluir más la participación femenina.
Y es que, en el caso de la mujeres, anteriormente sufrían mucha discriminación: por cuestiones de género, raza y clase social. Ante ello, hoy en día, existe una fuerza laboral femenina que aboga por mejores oportunidades y declara conocer muchos ámbitos en pro de la sostenibilidad.
Por ello, así como existe la búsqueda de mejores oportunidades, también son ellas quienes son vistas como las activas defensoras de la vida de sus comunidades; vida que debe ser entendida con un adecuado grado de calidad y bienestar.
Papa Francisco en Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida
En este sentido, el Santo Padre ha exhortado a sus miembros a “examinar en profundidad lo que ha ocurrido y ver el camino hacia un futuro mejor para todos”. Del mismo modo, se ha referido a los pobres y la creación, cuyo sufrimiento ha quedado expuesto durante la pandemia.
Refiriéndose a lo anterior, el papa ha pedido “escuchar atentamente la situación, para poder favorecer una verdadera conversión y llegar a decisiones concretas para salir mejores de la crisis”. Concretamente, exhortó a los fieles a responsabilizarse de cara a paliar el mal que sufren varias personas: “no sólo faltan vacunas, sino también agua potable y el pan diario”. De este modo, pedía no aceptar las desigualdades.
Papa Francisco sobre el cambio de conducta social
Profundizando en este asunto, el pontífice ha destacado la interdependencia que tenemos entre nosotros y nuestra necesidad de los recursos de la tierra. Según el Papa, los países de Occidente “han tendido a olvidar esta interconexión. Y las amargas consecuencias están ante nuestros ojos”. Por este motivo, el Santo Padre ha pedido que se invierta la situación con un cambio de conducta social en todos los ámbitos. De este modo, el papa busca no solo “comprender los fenómenos, sino también identificar los criterios tecnológicos, políticos y éticos de actuación en relación con los sistemas sanitarios, la familia, el trabajo y el medio ambiente”.
Por otra parte, el Papa hizo un nuevo llamamiento a la necesidad del acceso universal de las vacunas. No obstante, también solicitó que no se pierda la atención hacia otras enfermedades que resultan más letales que la covid-19: “El mal saneamiento causa millones de muertes evitables en todo el mundo cada año. Si comparamos esta situación con la preocupación causada por la pandemia de covid-19, vemos que la percepción de la gravedad del problema y la correspondiente movilización de energía y recursos es muy diferente”.